Namgyalma representa a la madre de todos los budas. Su verdadero nombre es

Tsug Tor Nam Par Gyelma en tibetano, y la versión abreviada es Namgyalma o

Usnisa Vijaya en sánscrito.

La diosa Namgyalma de los ocho brazos es una de las tres deidades relacionadas

con la longevidad y realización de los deseos terrenales. Las otras dos son Tara

Blanca y Amitayus. Como ocurre con todas las deidades, en esencia Namgyalma es

la manifestación de la vacuidad actuando como un bodhisattva.

Ella puede conferirles longevidad a los seres, pero no por razones egoístas, sino

con el propósito de ayudar a los demás para que alcancen la plenitud, la

iluminación espiritual.

También es la diosa de la purificación, quien es invocada en presencia de los

muertos, y como un medio para componer disputas.

El mantra largo de Namgyalma es una práctica muy poderosa, no solo para

conceder una larga vida, sino también como purificación.

Las iniciaciones, armonizaciones y técnicas ofrecidas en este taller producirán una

profunda sensación de tranquilidad, calma y paz interior; y también se destruirá el

mal karma en el que se ha incurrido en vidas pasadas.

Mediante una práctica sincera y auténtica alcanzaremos una forma de plenitud y

podremos prolongar la extensión de nuestra vida, además de disfrutar de la dicha

más extraordinaria.

Es una plegaria sumamente importante.

Estas iniciaciones tienen el poder de liberar esas partes del alma que quedaron

atrapadas en las garras de las entidades inferiores.

El taller de Namgyalma Buddho es una medicina maravillosa que universalmente

puede liberar a los seres sensitivos de los sufrimientos en los ciclos del nacimiento

y la muerte.

Ayudará a los seres a superar los sufrimientos y alcanzar la felicidad, aumentar su

prosperidad y longevidad; también los ayudará a lograr la reencarnación en un

mundo de luz poblado por seres inmortales iluminados.