El honor y el uso de las energías de los árboles se encuentran en las religiones y la

mitología

de casi todas las culturas del planeta. El árbol se ve como un vínculo entre la tierra

y el cielo. Las raíces

profundas de los árboles llegan hasta el suelo de nuestra madre tierra y sus ramas

se elevan hacia el cielo. En los

primeros tiempos, la gente creía que los árboles mismos eran deidades y que cada

árbol tenía una especie de

conciencia superior que residía dentro de ellos. Los japoneses siempre

construirían sus templos alrededor de

árboles sagrados con la creencia de que el Mononoke (fuerza vital mágica del

árbol) estaría más enfocado y

concentrado en los árboles y rocas de esa área. En la India, el honor del árbol se

otorga para pedir bendiciones,

especialmente para la fertilidad y ahuyentar a los espíritus.

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